martes, 17 de diciembre de 2013

La felicidad depende de uno mismo.

Creo que he encontrado algo, he encontrado a alguien, o quizás haya llegado, sin buscarlo, sólo sé que ha sido extraño empezar a querer a alguien tanto. Intento que eso no suceda porque llega el punto en el que se hace parte de tu vida, pudiendo ser algo bonito, pero a veces la otra persona no está dispuesta a eso.

Sabía de ti hace un año, pero no te conocía. Un día comencé a hacerlo, a pasármelo bien, destacando el no mirar adelante ni el pasado, a no planificar ni lamentar nada ya ocurrido, es una de las cosas que he aprendido e intentado mejorar en todo este tiempo. Algo que muchas personas deberían hacer, deberían aprender a disfrutar de cada momento, porque llegarán a sobrar las palabras y todo se describirá con un largo abrazo o una pequeña caricia. Eso me pasa contigo, las palabras son necesarias en esto pero no sirven de nada si no sabes demostrarlas, tú sabes hacerlo a la perfección. Y esos malos momentos, algunos recientes, en los que has sabido animarme, aguantarme y hacerme ver de nuevo que nada importa en realidad, sólo lo que tú quieres ver, eso será lo que realmente te haga feliz, o en el caso contrario, te entristezca, sólo depende en lo que fijes tú atención. Yo he elegido centrarme en ti, dándome cuenta de que me importas mucho, de que te quiero.