domingo, 25 de septiembre de 2016

Pétalos afilados de un jardín olvidado

Quizás algún día encuentres la carta debajo de tu cama. Se confundirá con la moqueta y alguna viejas cajas olvidadas allí abajo, pero darás con ella. Estaré lejos entonces. Igual comienzas a sentir cuando llegues a la última línea. Lo habré dado todo, no tendré ni una pequeña parte de mi para darte.
El jardín, donde recogía las flores que te entregaba estará lleno de zarzas e incluso alguna serpiente se habrá apoderado del terreno. Allí donde solía plantar esperanzas en forma de semilla, de las cuales nunca llegí a brotar lo esperado.
Las puertas de madera pintadas de blanco se cerrarán con un candado y un par de cadenas. Aunque alguien consiga romper la madera que las recubre, no encontrarán nada.
Hagamos que por fin, en esa esquina reluzcan unos pétalos de colores que den vida a la estancia mas inusual que jamás te has encontrado. Cuídalas, mímalas y no dejes que unos pétalos marchitos destrocen el jardín con el que llevas soñando todo este tiempo.